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The teenage years can be challenging – not just for the teen, but for their parents, guardians, and other people that love and care for them. Their bodies and brains are growing rapidly, they are learning more about who they are, and they are testing out what works and what doesn’t. If you have a teenager in your life that is challenging you with bad behavior, here are some helpful tips on how to deal with that.
Set boundaries.
Setting boundaries, rather than strict rules is important. Rules can imply that the teenager has no say in anything, and this can sometimes lead to rebellion. Boundaries, however, could have some leeway. In other words, they are allowed to do something, but within a limit. Be clear about what your boundaries are but do it in a positive way. For example, when it comes to a curfew, instead of stating “You have to be home by 11pm” you could state it like “You can come home anytime, as long as it’s before 11pm.” This implies that they have some freedom, but there is still a boundary in place. The same goes with technology. Give them a time limit each day for online usage. You can even agree that they can be on various sites or apps (within reason) but let them know that some sites are off limits and parental controls will be on. There are real dangers with social media and communicating that their safety is your highest priority is important.
Let them be independent.
Once boundaries are in place, give the teenager in your life the ability to be safely independent. If arbitrary rules are forced on them, they will likely act out. So, give them opportunities to be independent. Maybe this means letting them get small jobs around the neighborhood to earn money, or even get a part-time job outside of the house. Discuss with your teenager what things are important to them when it comes to their independence and see if you can come to a solution that both of you are comfortable with.
Keep in mind that it’s not usually personal.
Remember your teenage years? Think about how many emotions you felt daily – the highs and lows seemed so intense. Sometimes teens say things that they don’t mean, just to get a negative reaction from you. If you give them that reaction, then that could potentially fuel them for another similar situation later. So, even though it might hurt or get you on-edge, remember that emotions are powerful, and your teenager might not have intended to say something disrespectful or hurtful. So, try to keep the communication lines open and after things have cooled, try to have a conversation about it.
Remember that the behavior is bad, not the person.
There will be times that teenage behavior will make you sad, angry, with every feeling in between. In fact, it might feel like you’re being pushed to the edge. Keep in mind that staying calm and staying positive is key – no matter how challenging the teenager’s behavior is. The average teenager will test boundaries, challenge your authority, and talk back to you. But remember that it is your teen’s behavior that is bad, not their actual person. Typical teenage behavior is something they should grow out of. However, if you have genuine concerns about your teenager and their mental wellbeing, talk to your doctor or a counselor right away. There is no doubt that being a teenager in today’s world is very difficult, and the more support they have around them to get through the challenging years of growing up, the better.
Claves para manejar a los adolescentes desafiantes
Los años de la adolescencia pueden ser un reto, no sólo para el adolescente, sino también para sus padres, tutores y otras personas que les quieren y cuidan. Sus cuerpos y cerebros crecen rápidamente, están aprendiendo más sobre quiénes son y están probando lo que funciona y lo que no. Si tienes un adolescente en tu vida que te desafía con un mal comportamiento, aquí tienes algunos consejos útiles sobre cómo afrontarlo.
Poner límites.
Es importante establecer límites, en lugar de reglas estrictas. Las reglas pueden implicar que el adolescente no tiene voz en nada, y esto a veces puede llevar a la rebelión. Los límites, sin embargo, pueden tener cierto margen de maniobra. En otras palabras, se les permite hacer algo, pero dentro de un límite. Hay que tener claro cuáles son los límites, pero hacerlo de forma positiva. Por ejemplo, cuando se trata de un toque de queda, en lugar de decir “Tienes que estar en casa a las 11 de la noche”, puedes decir “Puedes venir a casa cuando quieras, siempre que sea antes de las 11”. Esto implica que tienen cierta libertad, pero sigue habiendo un límite. Lo mismo ocurre con la tecnología. Dales un límite de tiempo cada día para el uso de Internet. Incluso puedes acordar que puedan estar en varios sitios o aplicaciones (dentro de lo razonable), pero hazles saber que algunos sitios están fuera de los límites y que el control parental estará activado. Las redes sociales entrañan verdaderos peligros y es importante comunicarles que su seguridad es tu máxima prioridad.
Deja que sean independientes.
Una vez establecidos los límites, dale al adolescente en tu vida la capacidad de ser independiente de forma segura. Si se les imponen normas arbitrarias, es probable que se comporten mal. Por eso, dale oportunidades de ser independiente. Tal vez esto signifique dejarles hacer pequeños trabajos en el barrio para ganar dinero, o incluso conseguir un trabajo a tiempo parcial fuera de casa. Habla con tu hijo adolescente sobre qué cosas son importantes para él en lo que se refiere a su independencia y comprueba si podéis llegar a una solución con la que ambos estéis cómodos.
Ten en cuenta que no suele ser algo personal.
¿Recuerdas tu adolescencia? Piensa en la cantidad de emociones que sentías a diario: los altibajos parecían muy intensos. A veces los adolescentes dicen cosas que no quieren decir, sólo para obtener una reacción negativa de tu parte. Si les das esa reacción, eso podría alimentarles para otra situación similar más adelante. Así que, aunque te duela o te ponga de los nervios, recuerda que las emociones son poderosas y que tu hijo adolescente puede no haber tenido la intención de decir algo irrespetuoso o hiriente. Por tanto, intenta mantener las líneas de comunicación abiertas y, una vez que las cosas se hayan enfriado, intenta tener una conversación al respecto.
Recuerda que el comportamiento es malo, no la persona.
Habrá momentos en los que el comportamiento de los adolescentes te entristecerá, te enfadará y te provocará todos los sentimientos intermedios. De hecho, puede que sientas que te están llevando al límite. Ten en cuenta que la clave es mantener la calma y ser positivo, por muy desafiante que sea el comportamiento del adolescente. El adolescente medio pondrá a prueba los límites, desafiará su autoridad y le contestará. Pero recuerde que lo malo es el comportamiento de su hijo, no su persona. El comportamiento típico de los adolescentes es algo que deberían dejar atrás. Sin embargo, si te preocupa de verdad tu hijo adolescente y su bienestar mental, habla con tu médico o con un consejero de inmediato. No hay duda de que ser un adolescente en el mundo actual es muy difícil, y cuanto más apoyo tengan a su alrededor para superar los difíciles años de crecimiento, mejor.