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A nanny’s work is incredibly important. They are responsible for helping care for and raise up strong, confident children in a world that is changing almost every day. As you are thinking about your role in someone’s home, it is important to know what your mission and objectives are, and then communicate those to your employer. Here are some things to think about.
Mission #1: To always provide the best care possible.
As a nanny, parents are entrusting you with their most prized possession: their children. That means you must be willing to provide attentive, loving care at all times. That means you must have the ability to meet any need that the child might have in their parents’ absence. Whether that’s a hug (or ten) to help them through a rough day, a hot meal prepared for them, or an engaging activity, being a nanny is more than just being physically present. The most effective caregivers are those that not just provide the basics – but instead give of their own emotions, too.
Mission #2: To always continue learning.
A great nanny is always willing to learn. Maybe that means signing up for continued education courses in the field of childcare or caregiving. Perhaps its reading up on the various interests that the children have, so you can better engage with them or come up with activities that they love. Nannies should always be willing to learn as much as they can to better care for the kids and the families that they are a part of.
Mission #3: To always communicate effectively.
Communication in any job is of utmost importance. Without it, confusion and frustration can happen – and that can make the home and family dynamic uncomfortable. From day one, work on building an open line of communication with your employer. That means expressing what you need while you are caring for the children, and if there are issues that arise that you need to talk about, do not stuff or ignore them. Good communication takes work, but if you establish it from day one, it will be a lot easier to maintain.
Remember, the family that hired you chose you over many other candidates because you best fit what they were looking for. So, no matter what, your mission should always be to be yourself. Your character and personality are unique, and that is a gift to the family that you are working with.
El trabajo de una niñera es increíblemente importante. Son responsables de ayudar a cuidar y criar niños fuertes y seguros de sí mismos en un mundo que cambia casi a diario. Al pensar en su papel en el hogar de alguien, es importante saber cuál es su misión y objetivos, y luego comunicarlos a su empleador. He aquí algunas cosas en las que debe pensar.
Misión #1: Proporcionar siempre el mejor cuidado posible.
Como niñera, los padres le confían su posesión más preciada: sus hijos. Eso significa que debe estar dispuesta a proporcionar un cuidado atento y cariñoso en todo momento. Eso significa que debes tener la capacidad de satisfacer cualquier necesidad que el niño pueda tener en ausencia de sus padres. Ya sea un abrazo (o diez) para ayudarles a superar un día duro, una comida caliente preparada para ellos o una actividad atractiva, ser niñera es algo más que estar físicamente presente. Los cuidadores más eficaces son los que no se limitan a proporcionar lo básico, sino que también dan sus propias emociones.
Misión #2: Seguir aprendiendo siempre.
Una gran niñera siempre está dispuesta a aprender. Tal vez eso signifique apuntarse a cursos de formación continua en el campo del cuidado de los niños o de educacion temprana. Tal vez sea leer sobre los distintos intereses de los niños, para así poder relacionarse mejor con ellos o idear actividades que les gusten. Las niñeras deben estar siempre dispuestas a aprender todo lo que puedan para cuidar mejor a los niños y a las familias de las que forman parte.
Misión #3: Comunicarse siempre con eficacia.
La comunicación en cualquier trabajo es de suma importancia. Sin ella, puede haber confusión y frustración, y eso puede hacer que la dinámica del hogar y de la familia sea incómoda. Desde el primer día, trabaja para construir una línea de comunicación abierta con tu empleador. Eso significa expresar lo que necesitas mientras cuidas a los niños, y si surgen cuestiones de las que tienes que hablar, no las ocultes ni las ignores. La buena comunicación requiere trabajo, pero si la estableces desde el primer día, será mucho más fácil mantenerla.
Recuerda que la familia que te contrató te eligió entre muchos otros candidatos porque eras el que mejor se ajustaba a lo que buscaban. Así que, pase lo que pase, tu misión debe ser siempre ser tú mismo. Tu carácter y personalidad son únicos, y eso es un regalo para la familia con la que trabajas.